Zaragoza (Oficina de Asuntos Públicos) — El Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza ha acogido un Seminario sobre Libertad de Creencias y Gestión de la Diversidad a la que fue invitada la Comunidad Bahá’í de Zaragoza. En su transcurso tuvo lugar la presentación y lanzamiento del Laboratorio sobre Libertad de Creencias y Gestión de la Diversidad (LICREGDI).

Las ponencias del 8 de abril corrieron a cargo del Dr. D. Ricardo García, Subdirector General de Cooperación con las Confesiones del Ministerio de Justicia, con el título “Retos de la Administración Pública en la Gestión de la Diversidad Religiosa” y del Dr. D. Jaime Rossell Granados, Catedrático Acreditado de la Universidad de Extremadura, Decano de la Facultad de Derecho, titulada “Minorías religiosas y modelos de gobernanza en España”. Sus exposiciones permitieron conocer mejor cuál es el estatuto actual de las confesiones religiosas en España, comprobar el grado de respeto del derecho fundamental de libertad religiosa y de creencias, y los retos que tiene por delante la adecuada gestión de la diversidad.

El evento contó con una sesión inaugural presidida por el Dr. D. Javier López Sánchez, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza y una autoridad del Gobierno de Aragón, durante la cual se presentó el Laboratorio sobre Libertad de Creencias y Gestión de la Diversidad. Este laboratorio, recientemente erigido en el seno de la Universidad de Zaragoza, nace como resultado del esfuerzo que varios profesores han dedicado durante los últimos años al estudio de la tutela de la libertad de creencias y la gestión pública de la diversidad, y de los problemas que está planteando en la sociedad aragonesa. El propósito del Laboratorio es continuar de forma estable con este tipo de investigaciones, aportar soluciones que sirvan para la mejora en este ámbito, así como ser un lugar de encuentro ente los Poderes públicos, la Universidad, y la sociedad civil.

A continuación los representantes de las distintas confesiones religiosas tuvieron la oportunidad de abrir un coloquio con los ponentes y los organizadores. Los representantes de la comunidad bahá’í de Zaragoza, D. José Ángel Agustí Terol y D. José Luis Fanlo, acompañados del director de la Oficina de Asuntos Públicos de la comunidad bahá’í de España, a quien invitó la Asamblea Local de Zaragoza, pudieron participar en el coloquio. Partiendo de la base de que una de las características de la sociedad actual es la heterogeneidad y diversidad que ofrece desde el punto de vista de las creencias y convicciones, este seminario plantea que el Derecho no puede quedarse al margen de esta realidad y por ello es preciso que se propicie una reflexión jurídica profunda sobre el modo de gestionar esta diversidad, con el fin de conseguir una convivencia pacífica entre los ciudadanos y los colectivos en que se integran. “Una aportación que la Comunidad Bahá’í podría hacer al laboratorio” –mencionó el Dr. Sergio García– “tendría que ver con el enfoque del laboratorio en sí: en lugar de abordar la diversidad de creencias y convicciones como un problema a gestionar simplemente, o en lugar de utilizar el laboratorio como una plataforma desde la que exigir derechos colectivamente, se podría explorar el papel que la religión como sistema puede jugar en la solución de algunos de los problemas graves que enfrenta la sociedad actual, al igual que lo hizo en el pasado contribuyendo a superar grandes retos y desafíos colectivos; en definitiva, se apuesta por un debate público serio, entre los diferentes actores de la sociedad, que trascienda esos intereses particulares y que abra senderos que conduzcan a la convivencia pacífica”. Quizá sea este laboratorio un buen punto de partida para ello, pues el fanatismo religioso es un problema difícil de abordar. Tal como señalaba la Oficina de Asuntos Públicos de la comunidad bahá’í de España en un artículo de opinión con motivo del Naw Ruz, quizá este fanatismo sólo pueda superarse tomándose en serio el papel de la religión en la vida social y dando la voz a los actores principales del fenómeno religioso: las mismas confesiones.