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Irán: la educación de los jóvenes bahá’ís es una «conspiración» contra el Estado

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GINEBRA, (27 de julio de 2011).- Unas nueve semanas después de su detención, según se informa, 11 bahá’ís iraníes  –asociados con una iniciativa que ofrece educación superior a miembros jóvenes de la comunidad excluidos de la universidad – se enfrentan ahora a acusaciones.

La Comunidad Internacional Bahá’í ha sabido que, por el establecimiento del Instituto Bahá’í de Educación Superior, los once presos están acusados ​​de «conspiración contra la seguridad nacional» y de «conspiración contra la República Islámica de Irán».

«¿Qué podría motivar a la República Islámica a formular este tipo de acusación?», pregunta Diane Ala’i, representante de la Comunidad Internacional Bahá’í ante las Naciones Unidas en Ginebra.

Una protesta internacional generalizada ha seguido al ataque más reciente contra el Instituto Bahá’í de Educación Superior (IBES): las redadas en 39 casas a finales de mayo. De los 19 miembros del personal y profesores del IBES que fueron detenidos originalmente durante las redadas, 11 siguen en prisión.

«Actuaciones crueles»

Los ataques recientes contra el IBES son el último intento en la política en curso para mantener al margen de la sociedad a la minoría religiosa no musulmana más numerosa de Irán. Desde la revolución islámica de 1979, a los jóvenes bahá’ís les han privado sistemáticamente de educación superior. Ante la ausencia de otras alternativas, la comunidad inició su propio programa educativo. Este, a su vez, ha soportado en numerosas ocasiones ataques de las autoridades iraníes, que lo han declarado «ilegal».

«Esta cruel actuación es parte de un plan sistemático para empobrecer a los bahá’ís de Irán», explica la Sra. Ala’i. «Las autoridades están claramente decididas a obligar a los jóvenes bahá’ís, que aspiran a aportar su contribución a la sociedad, a salir de su patria».

Los bahá’ís llevan tres décadas excluidos de la educación superior. Y ahora, califican de conspiración contra el Estado a su propia iniciativa pacífica, cuyo objetivo era responder a las necesidades creadas por las actuaciones del gobierno.

«Gobiernos, organizaciones y personas imparciales del país y de todo el mundo están analizando minuciosamente las actuaciones de Irán. Ha llegado la hora de que la comunidad internacional cuestione enérgicamente al gobierno iraní sobre este asunto», declaró.

Los temores de las familias

Las familias de los 11 presos temen que sus seres queridos permanezcan detenidos durante un período prolongado.

«Sabemos que en el caso de los siete líderes bahá’ís de Irán, que deberían haber sido puestos en libertad en un plazo máximo de dos meses, el tribunal no presentó ningún tipo de evidencia para justificar su permanencia en prisión», explica la Sra. Ala’i.

«Cuando los abogados de los demandados pusieron objeciones a esa detención, el tribunal inventó nuevos cargos en su contra para justificar que continuaran bajo custodia. Fueron detenidos ilegalmente durante casi dos años bajo el escrito original de arresto».

Condena mundial

La protesta contra el último ataque al Instituto Bahá’í de Educación Superior se ha extendido por todo el mundo, desde Australia hasta Zambia.

Universidades de Australia, que representa a las 39 universidades del país, planteó el asunto el 28 de junio con el Director General de la UNESCO. «Las universidades australianas están unidas en su apoyo firme para facilitar el acceso a la educación a todos, independientemente de la creencia religiosa», escribió la organización.

En una declaración del 1 de junio, Michael Spindelegger, el vicecanciller de Austria y ministro de Asuntos Exteriores, describe la restricción del acceso a la educación de los jóvenes bahá’ís como «inaceptable».

El congresista Luiz Couto, ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Minorías de Brasil, declaró ante el Congreso Nacional de Brasil el 2 de junio: «Las actuaciones de las autoridades hacia personas vinculadas con el IBES demuestran la clara intención del gobierno iraní de llevar a cabo su política de eliminación de la comunidad bahá’í».

La senadora Mobina Jaffer –la primera mujer musulmana elegida a la Cámara alta de Canadá – informó al Senado de Canadá el 21 de junio de que los ataques «no sólo son contra los estudiantes y el profesorado del Instituto Bahá’í de Educación, sino contra la idea de que la educación es un derecho natural de todos».

En Chile, el 15 de junio, el Senado solicitó por unanimidad al presidente, Sebastián Piñera, que condenara «enérgicamente» a Irán por su «persecución rigurosa y sistemática de los bahá’ís». La resolución menciona específicamente las detenciones de los profesores y del personal del IBES, oponiéndose a la «injusta detención de esos individuos».

Catedráticos de Oxford, Cambridge y otras universidades de Inglaterra escribieron una carta abierta el 11 de junio, emplazando a académicos, estudiantes y políticos a apoyar el derecho de los bahá’ís a acceder a la educación superior en Irán. «Se debe enseñar a las autoridades que los derechos humanos son universales», escribió el diario The Guardian. «Excluir a los bahá’ís de la universidad pone en evidencia la ignorancia del gobierno».

Se han despachado Miles de postales en todas las regiones de Francia y de los Países Bajos, describiendo la situación. Varias emisoras de radio francesas transmitieron reportajes radiofónicos acerca de la campaña de tarjetas postales.

El 9 de junio, Christoph Strasser, miembro del Parlamento de Alemania y portavoz en materia de derechos humanos de los socialdemócratas, dirigió una carta de protesta al embajador iraní en Alemania. «Todos los seres humanos tienen el derecho a la educación –escribió el Sr. Strasser– Al prohibir a los bahá’ís estudiar en las universidades, su gobierno está cometiendo agravio contra los derechos humanos fundamentales».

Condenando las redadas y las detenciones, el ministro de Asuntos Exteriores de Nueva Zelanda, Murray McCully, describió la negación de la educación superior a los bahá’ís en Irán como «reprobable».

Unos 80 ciudadanos destacados de India firmaron una petición al Gobierno iraní que exige la liberación inmediata e incondicional de los presos. «Las consecuencias de esta política de no permitir a la juventud bahá’í el acceso a la educación superior será perjudicial no sólo para la Comunidad Bahá’í de Irán, sino también para la nación como un todo», escribieron.

El Presidente del Comité Paritario de Asuntos Exteriores y Comercio de Irlanda, junto con miembros del Comité – entre quienes figuran miembros del parlamento y senadores – se reunieron con el embajador iraní en Irlanda y le plantearon el asunto, solicitando al embajador que expresara sus preocupaciones a sus autoridades en Teherán. El embajador se comprometió a hacerlo.

El diario de Kuwait Al Seyassah publicó un artículo el 24 de mayo informando del ataque contra el IBES.

Los estudiantes de la Universidad de Zambia lanzaron una campaña postal de dos semanas «en apoyo del IBES y del derecho a la educación». La postal muestra a los estudiantes de Zambia por un lado y –por otro – un mensaje para el ministro iraní de ciencia,  investigación y tecnología que dice: «Los bahá’ís deberían poder entrar en las universidades como profesores y personal y como estudiantes con autorización para obtener un título».

«Seguimos pidiendo a los gobiernos, a las organizaciones y personas de todas partes que insten a Irán que conceda a los bahá’ís su derecho humano fundamental a la educación y la liberación inmediata de estos presos», afirma Diane Ala’i.