GINEBRA – En sus atroces esfuerzos por impedir que la juventud bahá’í tenga acceso a la educación superior, las autoridades iraníes han encarcelado a la madre de un niño de seis años y amenazan con encarcelar a su padre, privando al niño del cuidado de sus padres.
El 25 de octubre, Azita Rafizadeh inició una condena de cinco años por «el delito» de apoyar una iniciativa informal para proporcionar la oportunidad de estudiar a los jóvenes bahá’ís iraníes privados de educación superior.
El marido de la Sra. Rafizadeh, Payman Koushk-Baghi, también condenado injustamente por un cargo similar, está ahora a la espera de su entrada en prisión.
Si citan al Sr. Koushk-Baghi, o cuando lo hagan, su hijo de seis años, Bashir, se verá privado de sus padres y su cuidado y educación quedarán en manos de otros.
«Las circunstancias de este caso son absurdas», declaró Diane Ala’i, representante de la Comunidad Internacional Bahá’í ante las Naciones Unidas en Ginebra.
«Tenemos a un niño que puede ser privado en cualquier momento del cuidado de sus padres, no a causa de alguna actividad criminal horrenda o nociva, sino simplemente porque trataron de ayudar a educar a los jóvenes que fueron expulsados de la universidad por las autoridades únicamente a causa de su creencias religiosas», explicó la Sra. Ala’i.
La Sra. Rafizadeh y el Sr. Koushk-Baghi, de Karaj, se cuentan entre los más de 16 bahá’ís que fueron detenidos en mayo de 2011, cuando las autoridades iraníes asaltaron más de 30 viviendas de personas que apoyaban las operaciones del Instituto Bahá’í de Enseñanza Superior (IBES).
El IBES consiste en un esfuerzo informal y voluntario, desarrollado para satisfacer las necesidades educativas de los jóvenes bahá’ís cuyo acceso a la educación superior ha sido prohibido sistemáticamente por el gobierno iraní.
En febrero de 2013, el Sr. Koushk-Baghi y la Sra. Azita Rafizadeh fueron interrogados y se les dijo que si prometían detener su participación en el IBES, se retirarían los cargos. Rechazaron la oferta.
La postura del matrimonio está respaldada por el derecho internacional de los derechos humanos, por el cual es un crimen privar a los estudiantes del acceso a la educación superior; y no lo es proporcionarlo.
En mayo de 2014, ambos fueron citados a comparecer ante el tribunal. El Sr. Koushk-Baghi fue condenado a cinco años de prisión y la Sra. Rafizadeh a cuatro años.
«Esperamos que el gobierno de Irán tome inmediatamente las medidas necesarias para evitar que el Sr. Koushk-Baghi sea llamado a cumplir su sentencia y para liberar a la Sra. Rafizadeh», declaró la Sra. Ala’i.
El caso de Bashir y de sus padres no es un incidente aislado. Anteriormente, el Sr. Kamran Rahimian y su esposa, la Sra. Faran Hessami, también asociados con el IBES, fueron encarcelados ambos, dejando a su hijo de dos años al cuidado de familiares.
«El grado al que Irán está dispuesto a llegar para impedir a los jóvenes bahá’ís obtener educación superior se han vuelto cada vez más enredado y extremo», afirmó la Sra. Ala’i.
«La historia de este matrimonio y de muchos otros, son ejemplos lamentables de una campaña patrocinada por el Estado, que, al final, solo priva a Irán de las valiosas contribuciones que podrían hacer algunos de los jóvenes mejores y más brillantes del país».
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