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Los jóvenes universitarios se levantan para transformar la sociedad

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—Madrid, 5 de diciembre de 2017—. Jóvenes de todo Europa y el mundo árabe explorarán de nuevo en Alemania cómo poner el conocimiento al servicio del cambio social.

Logo de ISGP

Alrededor de 60 jóvenes con estudios superiores, en representación de un gran espectro de países europeos y árabes, acudirán a una nueva edición del programa «Discurso y transformación social» que el Instituto de Estudios sobre Prosperidad Global (ISGP en inglés) auspicia en Alemania desde hace ya más de cinco años y que se celebrará del 18 al 29 de diciembre.

El deseo de contribuir a un mundo mejor a través de la aplicación de lo aprendido en la universidad y de avanzar hacia un marco de acción unificado, extrayendo perspectivas tanto de la ciencia como del acervo moral y espiritual contenido en las grandes tradiciones religiosas de la humanidad, son los dos elementos que dan mayor consistencia a estos grupos tan heterogéneos.

El propósito de estos seminarios es crear un espacio colectivo de estudio, consulta y reflexión que realce la capacidad de jóvenes profesionales y de estudiantes de posgrado para contribuir al pensamiento social, a la evolución de la opinión pública y a largo plazo a las políticas públicas —en otras palabras a los discursos prevalentes de la sociedad— en ámbitos relacionados con la paz y la prosperidad de la humanidad.

El Instituto de Estudios sobre Prosperidad Global comenzó a funcionar en colaboración con la Comunidad Internacional Bahá’í —la ONG que representa a la Casa Universal de Justicia, el consejo de gobierno internacional de los bahá’ís— a finales del siglo XX, con el propósito de contribuir a las prácticas del desarrollo social y económico incidiendo en su discurso global. En particular, se consideraba que la empresa del desarrollo no había cumplido con sus promesas de erradicar a la pobreza debido, entre otras razones, a que no había tenido en consideración la cultura, los valores y la cosmovisión de las poblaciones a las que pretendía servir; y este descuido podría haber sido la causa de la falta de compromiso de estas poblaciones con los programas de desarrollo.

Como primeros pasos, emprendió varias investigaciones exploratorias y participativas sobre la relación entre la ciencia, la religión y el desarrollo en India, Uganda y Brasil, para después expandir el modelo a otros países. Debido a la magnitud de la aspiración de contribuir al refinamiento del pensamiento del desarrollo para mejorar su efectividad, el Instituto de Estudios sobre Prosperidad Global (ISGP) comenzó en consultas con el Centro Mundial Bahá’í comenzó a elaborar un programa educativo para jóvenes universitarios que sirviera para realzar la capacidad de trabajar en este ámbito tan complejo. Además, el ISGP (Institute for Studies in Global Prosperity) decidió ampliar el número de discursos en los que incidir para contribuir de manera más directa a otros procesos relacionados con la paz.

Con el tiempo surgieron dos programas bien consolidados que están realizándose por todo el mundo, el de posgraduados anual —que en Europa se celebra en Alemania— y el de estudiantes universitarios que dura cuatro años y que España lleva nueve años implementando.

Los miles de jóvenes graduados y otros miles que actualmente están implicados en dichos programas, procedentes de prácticamente todos los países del mundo y deseosos de contribuir a la mejora de la sociedad, representan una gran reserva de potencial humano y de esperanza para responder ante los grandes desafíos relacionados con la paz y la prosperidad que enfrenta y encarará la humanidad en las próximas décadas.