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La necesidad de avanzar hacia mayores niveles de acción concertada en el mundo

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—Madrid, 27 de noviembre de 2018—. Setenta años después de la promulgación de la Declaración Universal de Derechos Humanos, nuevos desafíos globales plantean la urgente necesidad de avanzar hacia mayores niveles de cooperación e integración.

Este año, la celebración del 70° aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos —proclamada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París— es motivo de reflexión y análisis, en diversos espacios y foros, sobre los grandes desafíos que aún enfrenta el mundo en la consecución del bienestar general de la humanidad. Setenta años después de experimentar las nefastas consecuencias de dos guerras mundiales, nuevos desafíos globales plantean la urgente necesidad de avanzar hacia mayores niveles de cooperación e integración.

Uno de los espacios propicios para analizar la situación en el mundo fue el 39° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos —principal órgano de derechos humanos de las Naciones Unidas, integrado por 47 miembros elegidos por la Asamblea General— que se llevó a cabo en Ginebra, Suiza, del 10 al 28 de septiembre. En el discurso de apertura, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, manifestó que «la colaboración entre todos los actores, por conducto de las instituciones multilaterales, puede solucionar los complejos desafíos que afronta el mundo». «La buena gobernanza se basa en la identificación y corrección de los déficits en materia de acceso a la justicia, la dignidad y la igualdad, de modo que todos podamos vivir en sociedades más respetuosas y armoniosas, y disfrutar de un desarrollo más dinámico y sostenible».

Durante las tres semanas del período de sesiones, participaron representantes de 150 Estados, 303 organizaciones no gubernamentales y 27 instituciones nacionales de derechos humanos. El Consejo escuchó a expertos independientes en derechos humanos, a grupos de trabajo y órganos de investigación, así como la presentación de informes sobre la situación de 50 países; aprobando los resultados del Examen Periódico Universal de 14 Estados y adoptando 23 resoluciones sobre múltiples temas, entre ellos, la grave situación de los derechos humanos en Yemen.

La resolución A/HRC/39/L.21 —adoptada por el Consejo de Derechos Humanos en su última sesión— expresó su preocupación «por las denuncias de infracciones del derecho internacional humanitario y de violaciones y conculcaciones de los derechos humanos», incluidas las denuncias de «graves restricciones del derecho a la libertad de religión o de creencias para las minorías, como los miembros de la Fe bahá’í». También «exhortó a todas las partes a que pongan de inmediato en libertad a todos los bahá’ís detenidos en Yemen a causa de sus creencias religiosas y dejen de emitir órdenes de detención contra ellos y acaben con el hostigamiento de que son objeto».

No es difícil advertir que la grave situación de los derechos humanos en el mundo evidencia la necesidad de una acción concertada por parte de los Estados y una redefinición del significado del interés nacional. Por un lado, podemos atestiguar el colapso de vetustas instituciones y sistemas que ya no responden a las necesidades más apremiantes de una humanidad en crisis y, por otro, el florecimiento de nuevas formas de pensamiento que permitirían avanzar hacia mayores niveles de interdependencia e integración.

«La imperiosa necesidad de un sistema de gobernanza global coherente que sirva a los mejores intereses de la humanidad parece ser un requisito indispensable para el progreso y bienestar general. Hace más de setenta años los primeros pasos fueron dados con la creación de la Liga de Naciones y las Naciones Unidas, habiéndose demostrado la capacidad de la humanidad para actuar de manera concertada; no obstante, en la actualidad, el mundo necesita avanzar hacia nuevos niveles de cooperación e integración, deponiendo intereses particulares o circunscritos a una sola nación», expresó Dunia Donaires, quien asistió como integrante de una de las delegaciones de Estados presente en el 39° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.