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Electrocuciones, palizas y detenciones masivas: La campaña de los hutíes inspirada en Irán contra los Bahá’ís yemeníes

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—Madrid, 25 de febrero de 2020—. Veinticuatro miembros de la comunidad bahá’í de Yemen deberán comparecer ante un tribunal hutí hoy, 25 de febrero, en Sana’a, en la última sesión de un juicio falso por motivos religiosos que la Comunidad Internacional Bahá’í considera que es, al menos en parte, resultado de las directrices de las autoridades iraníes.

Un bahá’í yemení de entre los que serán juzgados —que también fue detenido anteriormente y ha pedido que no se revele su nombre— dijo a la Comunidad Internacional Bahá’í que las autoridades hutíes han tratado de «erradicar sistemáticamente a la comunidad bahá’í» del país. «No se trata sólo de atacar a unas pocas personas», añadió. Los hutíes también querían que otros bahá’ís «sintieran miedo». El yemení también dijo que esa persecución no sólo perjudica a los detenidos o encarcelados, sino también a sus familias y a decenas de otras personas.

Los bahá’ís yemeníes añadieron que sus interrogadores hutíes habían confirmado que su arresto se debía a sus creencias religiosas y a que los bahá’ís estaban promoviendo la paz en tiempos de guerra. Él y otros bahá’ís encarcelados también fueron acosados por individuos extremistas en prisión que los llamaron «infieles» y los amenazaron de muerte.

Este juicio de los veinticuatro miembros de la comunidad bahá’í, se produce después de años de detención arbitraria y violenta de seis bahá’ís por parte de las autoridades hutíes.

El Sr. Akram Ayyash (izquierda) y el Sr. Waleed Ayyash (derecha), encarcelados desde 2017.

El Sr. Waleed Ayyash —uno de los cinco bahá’ís detenidos en 2017— fue torturado físicamente mientras se encontraba en régimen de aislamiento durante siete meses en la Oficina de Seguridad Nacional. También fue obligado físicamente a poner un sello con sus huellas dactilares en una declaración escrita con su nombre. El Sr. Ayyash ha insistido en que esta declaración es falsa.

A otros cuatro de los bahá’ís encarcelados —el Sr. Kayvan Ghaderi, el Sr. Wael al-Arieghie, el Sr. Badiullah Sana’i y el Sr. Akram Ayyash— se les ha prohibido ver a sus abogados y se les ha maltratado físicamente y se les ha negado el acceso a la atención médica.

«Los bahá’ís que están detenidos en Sana’a son inocentes y la tortura física y mental que están experimentando tiene por objeto obligarles a admitir crímenes que no han cometido», dice Bani Dugal, representante principal de la Comunidad Internacional Bahá’í. «Además, los Hutíes deben cesar la extorsión financiera que están infligiendo a los bahá’ís yemeníes confiscando e intentando incautar propiedades pertenecientes a todos los acusados como resultado del juicio».

El Sr. Hamed bin Haydara fue arrestado en 2011 y sentenciado a muerte en 2018.

El primer bahá’í yemení que fue arrestado después de la revolución de 2011 fue el Sr. Hamed bin Haydara. Fue detenido en 2013, golpeado y electrocutado, obligado a firmar documentos con los ojos vendados, acusado de ser un «destructor del Islam y la religión» y de ser un espía de Israel. El caso del Sr. Haydara continuó durante varios años y el 2 de enero de 2018 fue condenado a ejecución pública por sus creencias religiosas. Se presentaron apelaciones y actualmente se están examinando. Desde su detención, se han celebrado 18 audiencias en el tribunal de apelaciones. La próxima audiencia del Sr. Haydara está prevista para el 31 de marzo.

«Para que los Hutíes se comprometan plenamente con el proceso en curso que traerá la paz que tan desesperadamente necesita el pueblo de Yemen, deben respetar la libertad de religión y de creencias», dijo Diane Ala’i, Representante de la Comunidad Internacional Bahá’í en Ginebra.

La Comunidad Internacional Bahá’í hace un llamamiento a las autoridades hutíes para que respeten los derechos de los seis bahá’ís detenidos, les permitan acceder a sus abogados, liberen inmediatamente a los bahá’ís y dejen de perseguir a los miembros de esta fe en Yemen.