—Madrid, 26 de noviembre de 2020—. La Comunidad Bahá’í de España junto a 70 organizaciones y 5000 ciudadanos se ha comprometido con el Plan A, Economía para la Vida. Esta ambiciosa iniciativa ha sintetizado 38 estrategias y 383 propuestas para que España sea líder en innovación y sostenibilidad.
En medio de la conmoción creada y agudizada por una pandemia que asola al mundo entero, se abren numerosas posibilidades para un marcado cambio estructural que puede aportar estabilidad al mundo y enriquecer la vida de sus habitantes.
A lo largo de la historia, los períodos de turbulencia han brindado oportunidades para redefinir los valores colectivos y los supuestos que los sustentan. Este año ha sido clave para acelerar cambios valientes que, desde hace décadas, han demostrado ser necesarios.
Muchos han sido los espacios de reflexión que han surgido que intentan buscar propuestas concretas para que la nueva normalidad a la que se enfrenta la sociedad brinde nuevos modelos de gestión, producción, distribución y consumo de los recursos del planeta.
Uno de esos espacios con el que la Comunidad Bahá’í de España se ha involucrado activamente es el Plan A, Economía para la Vida. Un programa de política económica basado en un modelo transformador alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los objetivos del Acuerdo de París y centrado en las personas y el planeta.
La crisis medioambiental nos ha hecho conscientes de que no hay planeta B, y la crisis de la COVID-19 ha demostrado que todos somos parte de un solo organismo responsable de cuidar de nuestra Tierra y especie.
¿En qué consiste el Plan A?
El Plan A busca contribuir al reto colectivo de repensar el modelo económico, poniendo la vida en el centro y avanzando hacia una economía más democrática, justa y sostenible. Está basado en cinco pilares:
1. Economía con sentido
2. Economía local y resiliente
3. Reinventar el trabajo
4. Economía solidaria y colaborativa
5. Economía circular y regenerativa
Tras un proceso de creación colectivo, hoy se presenta el Plan A. Ahora es el momento de llevar las palabras a la acción, por lo que necesitamos no solo el apoyo de los individuos sino también de los gobiernos e instituciones para que enfoquen sus energías y contribuciones al bienestar social, y descubran el punto de unidad en el que sus diferentes perspectivas coinciden y en torno al cual pueden confluir. Están todos invitados a sumarse.