—Madrid, 25 de enero de 2022—. Celebrar el Día Mundial de la Religión fue el motivo del encuentro online de creyentes de distintas confesiones religiosas  en Cartagena, Alicante, Zaragoza, Valencia, Murcia y Madrid para compartir oraciones por la salud física, mental y espiritual de la humanidad, y un posterior diálogo sobre el rol de la religión en la actualidad para contribuir al mejoramiento de la sociedad.

Desde el inicio de la pandemia, amigos bahá’ís procedentes de diferentes partes de la península se han unido para orar semanalmente por la curación de los enfermos en un espacio virtual llamado tiempo para oraciones que curan. Como fruto de este espacio de encuentro y oración surgió la iniciativa de celebrar el Día Mundial de la Religión con un programa online, donde participaron representantes de distintas creencias con oraciones católicas, cristianas, bahá’ís, hindúes y reflexiones humanistas por la salud física, mental y espiritual de la humanidad.

El programa tuvo lugar el pasado 21 de enero y fue moderado por Dª. Asunción Sánchez Zaplana quien comenzó citando un lema que inspiró el desarrollo de la noche «hay que conocerse para amarse y amarse para unirse», dijo, a tiempo que invitaba a un diálogo sobre las contribuciones que la Religión puede realizar al mejoramiento de la sociedad actual. 

Dª. Susana Lorente, Directora de Comunicación de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la región de Murcia, fue la primera en compartir sus reflexiones:

«Si bien hoy en día hay muchas personas comprometidas con el avance de la sociedad que no profesan ninguna religión, también es cierto que quienes somos creyentes intentamos llevar a la practica dia a dia los valores que se estudian y predican: amar a Dios por sobre todo, amar al prójimo como a ti mismo, ayudar, no herir, perdonar más y con mayor rapidez, servir a los demás, ser bondadoso en palabras y hechos. Estos valores no sólo mejorarán nuestra vida, sino que inyectarán mejoras en la sociedad en la que vivimos».

D. Rafael Mateu Sanz, psicólogo con tendencia transpersonal y didáctica, participa activamente en distintas redes en Valencia que trabajan por la cultura de paz. Desde su experiencia reflexionaba sobre la dimensión de Dios como esa fuerza inmanente en cada individuo que lo conecta con el alma, al mismo tiempo que busca trascender del yo y le lleva a buscar la unidad de los humanos, ayudarse y hacer el bien.

«Desde esta perspectiva los seres humanos pueden aportar al mejoramiento del mundo conectando su dimensión espiritual interior hacia el exterior, invocando oraciones, meditaciones y mantras, siendo la buena música uno de los mejores mantras que eleva el espíritu. Pero eso no es suficiente para mejorar el mundo, llevar a la práctica los valores y en especial desarrollar el servicio hacia otros seres humanos, es la mejor expresión de amor hacia la humanidad; el corazón hacia arriba y los pies en la tierra», destacó Mateu.

D. Hanuman Fornos, practicante del Vaishnavismo, tradición hindú monoteísta y miembro de la Mesa para el Diálogo Interreligioso de Alicante, sumó a las reflexiones de la noche su análisis sobre el significado mismo de religión que deriva del concepto de religar, vincular o relacionar el yo con su propia esencia y la Divinidad, por lo tanto, la religión nos aporta un sentido de vida, un objetivo y un modo de relacionarnos con otros como una sola familia. 

La última intervención fue de D. José Luis Marqués Utrillas, miembro de la Comunidad bahá’í de Zaragoza quien planteó el reto actual de armonizar la religión con el avance de la ciencia, dos sistemas de conocimiento que no deberían ser contrapuestos. El conocimiento y colaboración de ambas deben ser fuente de bienestar, prosperidad y desarrollo de las sociedades donde interactúan. 

En el coloquio Marqués lanzaba la pregunta: «¿hay futuro para la religión o la religión estará en el futuro?». Entre los más de cincuenta invitados y asistentes se realizaron algunas intervenciones cuya reflexión fue un rotundo SÍ. 

Existe en la actualidad una necesidad de alejarse de la pomposidad de ritos externos o estructuras dogmáticas, pero al mismo tiempo existe un aumento progresivo de la sensibilidad y necesidad de rescatar los valores humanos y espirituales.

De esta forma finalizó el encuentro de oración y diálogo por el Día Mundial de la Religión, reafirmando entre todos los asistentes que la religión debe ser causa de amor y concordia, un lazo que une a toda la humanidad, puesto que es un mensaje de paz y buena voluntad de Dios para el hombre.

Para acceder a la grabación del encuentro pueden entrar en el siguiente enlace de Youtube

El Día Mundial de la Religión es una celebración iniciada en 1950 por la Asamblea Espiritual Nacional de los baháʼís de los Estados Unidos, en la que el tercer domingo de enero de cada año, un número cada vez mayor de encuentros son organizados de forma independiente por grupos interreligiosos en todo el mundo.