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El plan de los líderes iraníes para enriquecerse con la incautación de propiedades bahá’ís queda al descubierto

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–Madrid, 17 de febrero de 2022–. La Comunidad Internacional Bahá’í (BIC) está gravemente preocupada por el hecho de que una organización totalmente controlada por los líderes de Irán –un organismo paraestatal llamado Ejecución de la Orden del Imán Jomeini (EIKO), también conocido como Setad, que controla una gran cantidad de activos en todo Irán– esté orquestando una corriente creciente de confiscaciones de propiedades pertenecientes a los bahá’ís iraníes.

En el ejemplo más reciente, un Tribunal Revolucionario de la provincia de Semnan ha ordenado que se transfieran a EIKO propiedades pertenecientes a seis bahá’ís. El director de la provincia de Semnan para EIKO, el Sr. Hamid Ahmadi, inició la acción para conseguir una orden judicial para las confiscaciones.

«La confiscación por parte de la Ejecución de la Orden del Imán Jomeini de las propiedades bahá’ís es un patrón nuevo y muy preocupante para los bahá’ís iraníes», dijo Diane Ala’i, representante de la BIC ante las Naciones Unidas en Ginebra. «Este acontecimiento demuestra que los niveles más altos de la autoridad iraní están dirigiendo la persecución contra los bahá’ís en Irán», y ampliando la escala de sus esfuerzos por erradicar a la comunidad bahá’í en el país. 

Fotografías de las propiedades que pueden ser confiscadas por la Orden de Ejecución del Imán Jomeini a los bahá’ís en la provincia iraní de Semnan.

El mes pasado, se ordenó la confiscación de un apartamento en la provincia de Mazandaran perteneciente a una bahá’í, Sheida Taeed; en diciembre del año pasado, trece parcelas agrícolas de regadío pertenecientes a bahá’ís en el pueblo de Kata, en la provincia de Kohgiluyeh y Boyer-Ahmad, fueron expropiadas en medio de una crisis de agua; se han confiscado granjas y cultivos que han sido propiedad de familias bahá’ís durante un siglo en la aldea de Roshankooh; el pasado mes de marzo, una campaña mundial que fue tendencia con el hashtag #ItsTheirLand llevó a la atención pública los años de esfuerzos oficiales para desarraigar a docenas de familias de agricultores de la aldea de Ivel, en Mazandaran.

Un juez del Tribunal Especial para el Artículo 49 de la Constitución iraní, Muhammad-Qasim ‘Aynu’l-Kamali, ha ordenado la transferencia de las propiedades bahá’ís de Semnan a EIKO. El artículo 49 permite al gobierno confiscar propiedades «ilegítimas» que se hayan obtenido mediante «usura, usurpación, soborno, malversación, robo, apuestas, uso indebido de las dotaciones del gobierno islámico, uso indebido de contratos y transacciones gubernamentales, tierras no cultivadas y otras de carácter público, casas de mala reputación y otras fuentes ilegítimas». Ninguna de estas causas se aplican en las sentencias de expropiación de las propiedades bahá’ís, lo que demuestra que se utiliza indebidamente el artículo 49 para justificar el propósito de motivación religiosa que hay detrás de las mismas.

«Los dirigentes iraníes se enriquecen mientras empobrecen y desplazan a los bahá’ís», afirmó Ala’i. «Las confiscaciones en Semnan, Mazandaran y las provincias de Kohgiluyeh y Boyer-Ahmad pueden ser sólo el comienzo. El riesgo que se percibe fundadamente es que se sigan incautando más propiedades, de forma gradual y dispersa, en un intento de eludir la atención de la comunidad internacional. Los defensores de los derechos humanos dentro y fuera de Irán deben condenar esta orden indignantemente injusta y exigir que se anule sin demora».

La Comunidad Internacional Bahá’í (BIC) ya alertó con anterioridad sobre el hecho de que el caso de Semnan -donde las incautaciones de bienes se remontan a décadas atrás- se ha utilizado como laboratorio para preparar campañas sistemáticas de persecución y aniquilación por empobrecimiento contra los bahá’ís en todo Irán. Los ataques contra los bahá’ís en Semnan han sido especialmente intensos por la movilización y coordinación de agentes oficiales y extraoficiales, entre ellos la policía, los tribunales, las autoridades locales y el clero, y por la persecución, que va desde la incitación al odio hasta el estrangulamiento económico, las detenciones y las agresiones físicas.

El temor y la preocupación de la BIC se acrecienta al observar que esta nueva práctica de expolio a los bahá’ís está siendo aplicada de manera ascendente y tiende a generalizarse.

Antecedentes

Los bahá’ís son la mayor minoría religiosa no musulmana de Irán y han sido perseguidos sistemáticamente por el gobierno desde la Revolución Islámica de 1979.

Más de 200 bahá’ís fueron ejecutados en los años posteriores a la Revolución Islámica.

Un documento político de 1991 firmado por el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, pedía que se «bloqueara» el progreso y el desarrollo de la comunidad bahá’í de Irán y que se negara a los bahá’ís la educación y los medios de subsistencia. Los medios de comunicación estatales de Irán publican cada año miles de artículos de propaganda contra los bahá’ís.

Desde la Revolución Islámica se han confiscado cientos de propiedades privadas de los bahá’ís, como casas, pequeños negocios y granjas.

Para obtener información completa sobre la persecución de los bahá’ís en Irán, diríjase a BIC.org