–Madrid, 18 de agosto de 2022–. Una treintena de jóvenes universitarios provenientes de España y Portugal participaron durante diez días de la onceava edición del seminario del Instituto de Estudios sobre la Prosperidad Global. Estos seminarios tienen el objetivo de preparar a los jóvenes en etapa universitaria o de posgrado en la importancia de contribuir al avance social de los entornos en los que se mueven. En definitiva, estos seminarios logran elevar la conciencia en los participantes acerca de la importancia de la participación tanto en acción y como en discursos dirigidos hacia el cambio social; y proporcionarles herramientas que les permitan entender y analizar su sociedad.
Este año se retomó la onceava edición del seminario para jóvenes universitarios que lleva adelante el Instituto de Estudios sobre la Prosperidad Global (ISGP por sus siglas en inglés) que había sido interrumpido por la crisis generada por la pandemia del COVID-19.
Desde el año 2007 el programa de ISGP lleva adelante una secuencia de seminarios anuales diseñados para acompañar a los estudiantes universitarios durante los cuatro años de estudios superiores.
El propósito de estos seminarios intensivos es sensibilizar a los jóvenes sobre la importancia de emprender acciones y discursos dirigidos al cambio social; desarrollar su capacidad de reflexionar, analizar y aprender de la acción; explorar elementos de un marco conceptual para contribuir al avance de la civilización; proporcionarles herramientas para comprender y analizar la cultura en la que están inmersos así como el contenido de las carreras universitarias que están cursando; para ayudarles a asumir la propiedad de su educación; y ayudarles en sus esfuerzos por adquirir el tipo de conocimiento que les permitirá vivir vidas fructíferas, productivas y significativas.
“En la universidad nos preparamos para desempeñar nuestras profesiones de la mejor manera posible, la mayoría de nosotros estamos centrados en la competencia de ser mejores y encontrar un trabajo como fuente de bienestar. Esto guía la mayoría de nuestras decisiones, pero cada vez más profesionales afirman que la realización no está en cuánto dinero consigues, sino en cuanto valor te aporta lo que haces”, era una de las reflexiones planteadas por Matías quien asistía al seminario de primer año.
Otra de las líneas de estudio que se profundiza con los participantes del ISGP en cada grado y cada vez con mayor profundidad, es la relación entre la ciencia y la religión. Entender cuál es el propósito de la religión y lograr una definición más amplia del significado de la misma, tanto en la vida de los individuos como el aporte al desarrollo de las sociedades; comprender cuáles son las condiciones que tanto la ciencia como la religión deben de cumplir para poder estar en armonía; ser conscientes de separar la superstición, la imitación ciega e identificar cuáles son los supuestos que subyacen a las teorías que prevalecen en ambas áreas; cómo la ciencia y la religión —siendo sistemas de conocimiento y de práctica en evolución— pueden trabajar juntas para erradicar los prejuicios y las supersticiones y promover el progreso humano.
No menos importante ha sido el ambiente de amistad, disciplina, juegos y risas que se construye entre todos los participantes. La jornada comienza a las 8 de la mañana con un tiempo de oración y meditación y se extiende hasta las 23 horas, después de haber tenido cinco sesiones de estudio, comidas, actividades deportivas, música, juegos y muchas conversaciones sobre cómo después podrán compartir lo aprendido con compañeros universitarios y profesores.
Vitoria cerraba las reflexiones finales con estas palabras, “nos vamos agradecidos con el ambiente de amistad que se ha construido; ello ha permitido sobrellevar la intensidad del estudio con alegría”, Miko añadió que “el espíritu de cooperación desarrollado por todos ha generado un entorno favorable para aprender unos de otros, ha sido una experiencia única, estaré deseando regresar el próximo verano”. Y Anis compartía que «ha sido una gran alegría poder volver a celebrar el seminario este verano. Los mismos jóvenes nos decían que lo echaban en falta. El ambiente que se ha generado ha permitido a los participantes reflexionar profundamente sobre aspectos fundamentales de sus vidas. Y es verdaderamente esperanzador empezar a vislumbrar los frutos del seminario en las acciones y conversaciones que los jóvenes están llevando a cabo en sus comunidades».