Oficina de Asuntos Públicos

Noticias y notas de prensa

Aportando reflexiones para los Planes Nacionales contra el Racismo #EUAntiRacism

Comparte este contenido

-Madrid 17 de febrero, 2023 – La presidencia sueca del Consejo de la Unión Europea ha reunido dos días a los países miembros en una conferencia de alto nivel para abordar la aplicación de los planes de acción nacionales contra el racismo. Representantes de la oficina de la Comunidad Bahá’í Internacional de Bruselas, asistieron a la misma para compartir y entregar algunas reflexiones importantes al momento de aplicar los mencionados planes de acción. La simple legislación no basta para erradicar los prejuicios raciales y de otros tipos, se hace muy necesario el fomentar cohesión social desde las bases de los vecindarios y comunidades locales. En resumen, los residentes de un barrio o pueblo alimentan un sentimiento de pertenencia y se arman de determinación para erradicar los prejuicios cuando son capaces de cooperar, contribuir y convertirse en protagonistas de su realidad local. 

Una de las cuestiones más acuciantes a las que se enfrenta Europa hoy en día es cómo superar los prejuicios raciales y de otro tipo. Las recientes iniciativas políticas lanzadas por la Unión Europea en este sentido, como el Plan de Acción de la UE contra el Racismo (2020-25), son un paso significativo para guiar los esfuerzos por hacer de Europa un lugar en el que las poblaciones de diversos orígenes sientan que pertenecen y que tienen un papel que desempeñar para contribuir a su progreso. La Comunidad Internacional Bahá’í acoge con gran satisfacción todos los esfuerzos emprendidos para aplicar el plan de acción, incluso a nivel de los Estados miembros mediante la adopción de planes de acción nacionales.

Como señala el plan de acción, los prejuicios profundamente arraigados no pueden desarraigarse de los corazones y las mentes de las personas -y mucho menos de las estructuras que sustentan la sociedad y las instituciones que la sirven – únicamente a través de la legislación contra el racismo. A este respecto, el plan de acción esboza varios elementos cruciales en la sección 2.2 «Más allá de la legislación de la UE – hacer más para abordar el racismo en la vida cotidiana» y en la sección 2.3 «Racismo estructural – abordar el problema subyacente». En relación con el epígrafe «Movilizar los niveles regional y local para lograr un impacto significativo sobre el terreno» de la sección 3.2, la Comunidad Internacional Bahá’í desea compartir consideraciones adicionales, relacionadas con el fomento de la cohesión social en las bases.

El racismo se perpetúa y prospera cuando las poblaciones operan en contextos sociales en los que simplemente conviven sin oportunidades para una interacción significativa, como suele ocurrir en las ciudades o pueblos europeos. Un componente insustituible de cualquier estrategia para superar el racismo exige prestar atención a la dinámica más amplia de la vida comunitaria en los barrios. Dentro de los barrios, individuos de diversos orígenes necesitan oportunidades para reunirse y definir y comprometerse en proyectos compartidos que contribuyan a su bienestar moral, intelectual y material. En resumen, los residentes de un barrio o pueblo alimentan un sentimiento de pertenencia y se arman de determinación para erradicar los prejuicios cuando son capaces de cooperar, contribuir y convertirse en protagonistas de su realidad local. Es a través de esa coparticipación como se encuentran perspectivas diversas, se forjan vínculos significativos y se ponen de manifiesto la dignidad y las capacidades inherentes a todos. Paralelamente, los residentes se vuelven más conscientes de las experiencias vividas de discriminación a las que se enfrentan sus vecinos.  

Aunque las instituciones europeas y nacionales no interactúan directamente con las bases, tienen un papel fundamental a la hora de fomentar y dar forma a las interacciones a ese nivel, por ejemplo colaborando estrechamente con las autoridades municipales. Al mismo tiempo, querrían aprender de las bases y asegurarse de que los puntos de vista pertinentes informan la política nacional o europea. 

Entre las numerosas consideraciones que podrían destacarse, nos gustaría mencionar algunas.

  • En el nivel más fundamental, las instituciones tienen que ver a las poblaciones a las que sirven como personas dotadas de capacidad y como protagonistas del cambio. La diversidad de perspectivas, prácticas, lenguas y culturas debe considerarse una fuente de fortaleza que una comunidad puede aprender a aprovechar, en lugar de un déficit que hay que abordar o un reto que hay que gestionar desde arriba. 
  • Una implicación práctica es que las poblaciones locales estarían incluidas de forma natural en los procesos de planificación y elaboración de políticas de sus municipios. Los planes se crearían conjuntamente con la población, lo que garantizaría que responden a las necesidades reales de la comunidad y fomentaría un sentimiento de propiedad y compromiso entre sus miembros.
  • Para facilitarlo, se necesitan espacios consultivos, reuniones periódicas y no puntuales, en las que pueda desarrollarse una conversación continua entre las autoridades locales y la población. Hay que prestar atención a la forma en que estos espacios pueden suscitar la participación, fomentar la escucha y generar confianza. Una muestra representativa de la población debería sentirse bienvenida a estos espacios y ser animada activamente a asistir. Debe prestarse atención a qué voces se escuchan y a que las intervenciones no se sopesen en función de juicios preconcebidos, sino en la medida en que aporten ideas constructivas. Además, reducir a los individuos a «representantes» de poblaciones específicas oscurece la diversidad de experiencias y perspectivas que existen en cualquier grupo. Hay que esforzarse por conseguir la participación de personas que podrían no ser conocidas como representantes o que podrían no acceder fácilmente a estos espacios, en particular los jóvenes. 

Las anteriores son sólo algunas consideraciones iniciales que nos gustaría ofrecer para implicar a las comunidades de forma que se fomente la participación y se estimule la creación de vínculos que contribuyan a los esfuerzos por erradicar los prejuicios raciales.

Aquí puedes descargar el documento PDF versión inglés.