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Diez mujeres bahá’ís ejecutadas juntas hace 40 años: Una campaña mundial en su honor y en apoyo a la igualdad de género en Irán

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MADRID – 17 de mayo de 2023 – El 18 de junio de 2023 se cumplirán 40 años desde que la República Islámica de Irán ahorcó a diez mujeres bahá’ís en una sola noche en una plaza de la ciudad de Shiraz. Su delito fue negarse a renunciar a sus creencias en una fe que promueve los principios de igualdad de género -ausentes y penalizados en Irán-, así como la unidad, la justicia y la veracidad. Hoy se inicia una campaña en la que se invita a personas e instituciones españolas puedan sumarse a este movimiento mundial que pretende honrar la vida de todas las mujeres iraníes que han contribuido en el pasado y presente a construir un futuro mejor para su país con su perseverancia frente a la opresión.

Mona, Roya, Simin, Shirin, Akhtar, Mahshid, Zarrin, Tahereh, Nosrat y Ezzat diez valientes mujeres que hace 40 años fueron ahorcadas una a una, obligadas a presenciar la muerte de la siguiente en un angustioso intento de coaccionarlas para que renegaran de su fe. Una de ellas sólo tenía 17 años; la mayoría rondaba los 20. Grupos de derechos humanos y ciudadanos de a pie de todo el mundo quedaron conmocionados e indignados ante este acto de barbarie de las autoridades iraníes.

Los líderes mundiales de la época encabezaron una oleada de llamamientos para que las mujeres y hombres bahá’ís condenados fueran liberados de sus penas de muerte. Pero fue en vano.

La Comunidad Internacional Bahá’í lanza ahora una campaña mundial, llamada #OurStoryIsOne (#NuestraHistoriaEsUna), para honrar a las mujeres ejecutadas y la larga lucha por la igualdad de género vivida por mujeres de todas las confesiones y orígenes en Irán durante muchas décadas y que continúa hasta el día de hoy. 

«La historia de las 10 mujeres bahá’ís no ha terminado. Fue un capítulo de la historia de la resistencia y el sacrificio de las mujeres iraníes por la igualdad», afirma Simin Fahandej, representante de la Comunidad Internacional  Bahá’í ante las Naciones Unidas en Ginebra. «Hoy, en la sangre, las lágrimas y las heridas de miles de mujeres jóvenes de Irán que buscan la igualdad, podemos ver ecos de la injusticia sufrida por las 10 mujeres de Shiraz cuya trágica muerte conmovió la vida de muchas. Vemos el mismo espíritu, la misma elección: defender los principios de justicia e igualdad con el máximo esfuerzo. Aunque maltratadas y encarceladas, las mujeres de hoy -al igual que las de antes- luchan valientemente por un Irán justo y próspero».

En algunos casos, las mujeres bahá’ís ejecutadas fueron detenidas con el cargo de impartir educación moral a niños y niñas de corta edad. Desde el siglo XIX, los  bahá’ís de Irán han promovido la igualdad de género mediante esfuerzos a todos los niveles, incluida la creación de escuelas para niñas. Tras la Revolución Islámica de 1979, los bahá’ís fueron especialmente perseguidos por reclamar la plena igualdad de mujeres y hombres, lo que permitió a las mujeres participar en todos los aspectos de la vida comunitaria y unirse a las reuniones en las que estaban presentes los hombres.

«La comunidad bahá’í de Irán siempre ha reclamado la plena participación de la mujer en todas las esferas de la vida social, incluidos los procesos de toma de decisiones y ha pagado un alto precio por ello», añadió Fahandej. «Soportando más de 40 años de persecución sistemática, que ahora tristemente se ha extendido a todos los iraníes, la comunidad bahá’í ha insistido en su derecho a servir a Irán,  promoviendo la igualdad de género, la justicia y el acceso a la educación, sin importar las consecuencias para sus vidas».

 Tras la ejecución de las 10 mujeres y durante las cuatro décadas que han seguido, cientos de mujeres bahá’ís más han sido gravemente perseguidas, sufriendo discriminación como mujeres y como bahá’ís. Tras la Revolución, las mujeres bahá’ís que ocupaban puestos sociales destacados en el país fueron despedidas de sus trabajos, detenidas y encarceladas, torturadas o ejecutadas. A las que quedaron con vida se les prohibió el acceso a las universidades, al empleo público y a prácticamente todos los aspectos de la vida social.

En honor a las 10 mujeres de Shiraz y en defensa de la justicia y la igualdad por la que dieron sus vidas, la Comunidad Bahá’í Internacional invita ahora a personas de todo el mundo, ya sean artistas, músicos, cineastas o de otros ámbitos creativos, a rendir homenaje en su memoria. Las contribuciones pueden incluir: canciones sobre las 10 mujeres, vídeos cortos sobre sus vidas, un recuerdo de las propias mujeres, artes gráficas, trabajos escritos, publicaciones en las redes sociales o actos públicos y conmemorativos, para honrar la larga lucha y los esfuerzos por la igualdad de género en Irán.

La campaña comenzará en junio y durará un año. Su fase más intensa tendrá lugar las tres primeras semanas de junio, antes del 40 aniversario de su ejecución, el 18 de junio.

 «Cada vez son más los iraníes que se unen en la búsqueda de la justicia social, y se han volcado en la igualdad de mujeres y hombres como uno de los retos más acuciantes a los que se enfrenta el país», añadió Fahandej. «Esperamos que juntos podamos honrar no sólo a las 10 mujeres bahá’ís de Shiraz, sino a todas las mujeres de Irán que aprecian el principio de la igualdad de mujeres y hombres y que han contribuido a construir un futuro mejor para el país con su perseverancia frente a la opresión».

 «Permanezcamos juntos, unidos por nuestras experiencias compartidas de resiliencia y nuestros esfuerzos y sacrificios colectivos por Irán, para demostrar que estamos inextricablemente unidos independientemente de nuestra fe y procedencia. Esperamos que recordar la ejecución de estas 10 mujeres ilumine y refuerce las conversaciones en torno a la justicia y la igualdad de género en Irán. Nuestra historia es una y alzaremos nuestras voces hasta que nuestros ideales compartidos se hagan realidad».

 

Antecedentes

El 18 de junio de 1983, 10 mujeres bahá’ís, en su mayoría veinteañeras, entre ellas una joven de 17 años y una mujer de unos 50, fueron ejecutadas en la horca en la plaza Chowgan de Shiraz por negarse a renunciar a su fe. Este espeluznante suceso fue acogido con consternación e indignación por grupos de derechos humanos y ciudadanos de a pie de todo el mundo.

Dos noches antes, seis hombres bahá’ís (algunos de ellos familiares de estas 10 mujeres) fueron ejecutados en esa misma plaza. Más de 200 bahá’ís fueron ejecutados por las autoridades iraníes en los años posteriores a la Revolución Islámica de 1979. Los homicidios sólo cesaron tras las protestas internacionales, pero la persecución de los bahá’ís en Irán continúa impunemente hasta el día de hoy.

Las 10 mujeres fueron detenidas en octubre y noviembre de 1982. Muchas fueron recluidas primero en el Centro de Detención de Sepah y luego trasladadas a la prisión de Adelabad. Sufrieron duros interrogatorios y torturas por parte de la Guardia Revolucionaria en un intento de coaccionarlas para que se retractaran de su fe. Se les negó el derecho a un abogado, se les denegó un juicio ante un tribunal público y, en última instancia, el juez de la Sharia de Shiraz las condenó a morir en la horca acusadas de «sionismo», «espionaje para Israel» y de impartir clases de educación moral para niños.

Cada una de estas mujeres fue coaccionada violentamente varias veces en un intento de que renegaran de su fe y se convirtieran al Islam para librarse de la ejecución, pero ninguna de ellas accedió a firmar las declaraciones que las autoridades prepararon para ellas. El 18 de junio de 1983, las llevaron en secreto a la plaza de Chowgan y las ahorcaron una a una y frente a frente. Sus familias ni siquiera fueron notificadas de su muerte, sus cuerpos no fueron devueltos a sus familias y no recibieron entierros dignos con ritos religiosos. Se cree que las autoridades las enterraron en el cementerio bahá’í de Shiraz, que posteriormente fue demolido y convertido en «edificio cultural y deportivo» en 2014.

Las mujeres ejecutadas en esta fecha fueron:

  • Mona Mahmoudnejad, 17 años.
  • Roya Eshraghi, 23 años, ejecutada junto con su madre Ezzat-Janami Eshraghi.
  • Simin Saberi, 24 años,
  • Shahin (Shirin) Dalvand, 25 años.
  • Akhtar Sabet, 25 años.
  • Mahshid Niroumand, 28.
  • Zarrin Moghimi-Abyaneh, 29.
  • Tahereh Arjomandi Siyavashi, 30 años. Su marido, Jamshid Siavashi, fue ejecutado dos días antes.
  • Nosrat Ghufrani Yaldaie, 46 años. Su hijo, Bahram Yaldaie, fue ejecutado dos días antes.
  • Ezzat-Janami Eshraghi, de 57 años, junto con su hija Roya, de 23 años. Su esposo, Enayatullah Eshraghi, fue ejecutado dos días antes.