-Madrid, 16 de mayo de 2024- En las últimas semanas, decenas de mujeres bahá’ís de todo Irán han sido citadas ante los tribunales, enfrentándose a cargos penales infundados y a años de prisión, lo que las ha separado de sus familias y las ha expuesto a la crueldad y la violencia del sistema judicial iraní. Sesenta y cinco de los 85 bahá’ís citados ante los tribunales o en prisión desde principios de marzo -más de tres cuartas partes- han sido mujeres.
Aumento de citaciones, condenas y encarcelamientos a las mujeres bahá’ís
La comunidad bahá’í ha experimentado un aumento en los ataques dirigidos contra las mujeres desde el año pasado, especialmente después del levantamiento de 2022 en apoyo de los derechos de las mujeres en Irán. Actualmente, las mujeres bahá’ís representan dos tercios de todos los presos bahá’ís en el país. Tras las protestas, un número significativo de bahá’ís, en su mayoría mujeres, fueron arrestadas en los meses siguientes, algunas de ellas sin las debidas garantías procesales y en paradero desconocido.
En el contexto más amplio de la persecución de las mujeres en Irán y los desafíos en cuanto a la igualdad de género, este drástico incremento en la persecución hacia las mujeres bahá’ís representa una escalada alarmante que afecta a un grupo de personas sometidas a una persecución interseccional: como mujeres y como miembros de la comunidad bahá’í, la mayor minoría religiosa no musulmana en Irán, perseguida sistemáticamente desde la revolución islámica de 1979.
«Los recientes ataques contra las mujeres bahá’ís realmente transmiten el mensaje de que nuestra historia es una sola, independientemente de la fe que profeses: ya seas bahá’í, musulmana, cristiana, judía, zoroastriana o de ninguna en particular», expresó Simin Fahandej, la representante de la Comunidad Internacional Bahá’í ante las Naciones Unidas en Ginebra. «El gobierno iraní te encarcela, te expulsa de la universidad, te despide de tu trabajo y te persigue por defender tu derecho a vivir una vida plena como seres humanos iguales, trabajando juntos, codo a codo con los demás, sin importar su género, origen o creencias, para construir un país mejor para todos».
Este aumento en la persecución refleja una tendencia más amplia de la escalada de ataques contra los bahá’ís en Irán. El análisis del BIC de 2021-2023 muestra que, desde 2021, la persecución general de los bahá’ís en Irán ha aumentado aproximadamente un 50 por ciento cada año.
Los incidentes de persecución han incluido arrestos, juicios, condenas de prisión y citaciones judiciales, registros domiciliarios, confiscaciones de bienes, destrucción de cementerios y denegación de entierros, cierre de negocios y la denegación de acceso a la educación.
16 mujeres jóvenes arrestadas en Isfahán
Los últimos meses han presenciado una escalada aún mayor en los ataques contra las mujeres bahá’ís. En octubre de 2023, diez mujeres de Isfahán, la mayoría de ellas en sus veintes y treintas, fueron arrestadas. Durante el mismo mes, veintiséis bahá’ís, dieciséis de los cuales eran mujeres, fueron condenados a un total de 126 años de prisión, lo que demuestra que las mujeres en toda la comunidad bahá’í continúan siendo blanco de ataques.
Un mes después, en noviembre de 2023, otras seis mujeres bahá’ís de Isfahán fueron arrestadas durante un mes, enfrentando condiciones severas en el pabellón de cuarentena de la prisión de Dolat Abad. Los retrasos deliberados en la atención médica, el acceso limitado a agua caliente y la falta de información sobre las razones de sus arrestos o los cargos en su contra resaltan la alarmante escalada de las nuevas y severas tácticas del gobierno iraní contra la comunidad bahá’í.
Los agentes del Ministerio de Inteligencia también han llevado a cabo una campaña orquestada de coacción e intimidación de los vecinos de algunas de las bahá’ís con el fin de obtener denuncias forzadas de queja contra las mujeres bahá’ís detenidas.
«Mientras continuamos con la campaña ‘Nuestra Historia es Una’ que conmemoró la ejecución de 10 mujeres bahá’ís hace 40 años, así como la de todas las mujeres que siguen haciendo sacrificios por la causa de la igualdad de género, vemos que el gobierno iraní insiste en su viejo y fracasado esfuerzo por crear divisiones entre sus ciudadanos mediante el aumento de la persecución, la incitación al odio y la persecución de las mujeres», dijo la Sra. Fahandej. «Sus acciones demuestran que la historia de las 10 mujeres bahá’ís es la misma que la de todas las mujeres iraníes de hoy, y su fracaso a la hora de crear tales divisiones, como se ha visto a través del apoyo a ´Nuestra Historia es Una´, demuestra que ningún discurso de odio y discriminación puede destruir el anhelo más profundo del corazón humano de unidad y de trabajar junto a los demás en completa igualdad, por la causa de la justicia».
A principios de este año, el BIC también presentó un informe a la Misión de Investigación de las Naciones Unidas, encargada de investigar los abusos contra los derechos humanos en Irán desde septiembre de 2022, en el que detallaba el impacto de estos sucesos en la comunidad bahá’í de Irán, especialmente en las mujeres bahá’ís.
Informe HRW, destaca la persecución bahá’í como un crimen contra la humanidad
Y justo el mes pasado, Human Rights Watch publicó un nuevo e innovador informe que atrajo la atención de los medios por su determinación legal, por primera vez, de que el trato del gobierno iraní hacia los bahá’ís constituye un «crimen contra la humanidad de persecución«. Además, el informe recomendó que la Misión de Investigación de la ONU focalice parte de sus investigaciones en curso en «el incremento de los ataques dirigidos contra mujeres bahá’ís».
«Esta narrativa colectiva de lucha y resistencia, enfrentada por las mujeres bahá’ís y todas las mujeres iraníes, les brinda la oportunidad de unirse y mostrar que los intentos de división siempre resultarán infructuosos, y que cuando un grupo sufre injusticia, ningún otro grupo quedará indemne», declaró la Sra. Fahandej. «El aumento en los ataques dirigidos contra las mujeres bahá’ís, quienes enfrentan desafíos duales como mujeres y como miembros de una minoría, demanda atención y acción a nivel global, solidaridad con las bahá’ís y todas las mujeres iraníes, que exigen su derecho a vivir con dignidad e igualdad en su propia nación. Instamos a la comunidad internacional, a los gobiernos y a los medios de comunicación a instar al gobierno iraní a cesar de inmediato su persecución irracional de los bahá’ís, y en particular de las mujeres, quienes se han convertido en el foco principal de esta discriminación, y a respetar el principio universal de los derechos humanos para todos sus ciudadanos».