MADRID, España (Oficina de Asuntos Públicos) — Auspiciado por la Organización Iraní por los Derechos Humanos, el pasado miércoles 25 de junio el Espacio Ronda acogió a diferentes actores sociales de Madrid preocupados por la condición en que se encuentran los académicos y estudiantes universitarios no militantes con la ideología de la República Islámica.

En total, acudieron aproximadamente 70 personas al acto. Entre los grupos a los que se hizo alusión estaban los profesores y estudiantes bahá’ís. Los primeros, tras la revolución islámica, no han podido ocupar cargos públicos y han tenido difícil el acceso a los centros privados. Los estudiantes, por su parte, han sido expulsados de manera recurrente y deliberada de las universidades, sin importar el curso en que se encontraran, una vez se descubriera que eran bahá’ís.

Una de las asistentes compartió su emotiva experiencia personal en Irán, y cómo en su juventud tuvo serias dificultades durante sus estudios, siendo encarcelada simplemente por sus creencias.

Desde la revolución islámica en 1979, los intelectuales y académicos librepensadores han sido objeto de persecución sistemática en la antigua Persia. Este es un indicio de por qué la diáspora iraní asciende a cuatro millones de personas.