MADRID (Oficina de Asuntos Públicos) — Con la celebración este domingo 22 de febrero de 2015 de las últimas Convenciones de Área previstas, en Andalucía Oriental y en Asturias-Cantabria, concluye el proceso de elección de los delegados a la 54ª Convención Nacional que habrá de elegir a la nueva Asamblea Nacional de España para este año.
Durante los meses de enero y febrero del presente año 2015, y a lo largo de todo el territorio español, han tenido lugar las distintas Convenciones de Área de la Comunidad Bahá’í de España. En estos encuentros se llevó a cabo la elección de los delegados que les representarán en la próxima Convención Nacional y se sostuvo una amplia consulta sobre su plan anual y sobre las diversas actividades llevadas a cabo en la zona compartiendo las experiencias acumuladas durante todo el año.
Los delegados elegidos en cada una de estas Convenciones seguirán el proceso de recogida de todas aquellas sugerencias o propuestas que puedan formular los creyentes de la zona hasta la celebración de la Convención Nacional, el próximo mes de mayo, donde las elevarán a la nueva Asamblea Nacional elegida, durante el periodo reservado a la consulta y debate con todos los delegados del país.
Convención Regional en Madrid
El proceso electoral de la comunidad bahá’í, que está marcado por su especial carácter espiritual, hizo nuevamente gala de este distintivo al alcanzarse un ambiente altamente espiritual en todos y cada uno de los encuentros celebrados. Todo el proceso se realizó en un verdadero espíritu de oración y meditación.
En las elecciones bahá’ís no se contemplan métodos y prácticas tales como la política partidista o la propaganda. «(…) el elector (…) es llamado a votar solamente por aquellos a quienes la oración y reflexión le han inspirado apoyar» (Constitución de la Casa Universal de Justicia, Órgano Supremo de la Comunidad Internacional Bahá’í)
Las cualidades mínimas que se pretenden buscar en las personas a votar, y que sirven de guía a la hora de que el creyente realice una votación consciente, pueden resumirse en lealtad incuestionable, devoción desinteresada, mente bien formada, reconocida competencia y experiencia madura. De esta manera, dotando al cuerpo de Delegados de estas cualidades, se pretende igualmente lograr la espiritualidad necesaria para la elección anual de la Institución Nacional. Como todas las actividades de la administración bahá’í, el proceso electoral es una poderosa herramienta para el crecimiento espiritual individual y colectivo.